El Espíritu del Señor está sobre nosotros (el cuerpo de
Cristo) a predicar buenas nuevas a los pobres y para llevar un mensaje
de esperanza a los pisoteados.
Para pregonar libertad a los cautivos y de llevar una lámpara de luz a los que viven en la oscuridad.
Para traer un bálsamo curativo para los que son palabras enfermos y consolar a los quebrantados de corazón.
Para hacer vías rectas torcidas y declarar abiertamente santas verdades de Dios.
Para traer Heavenly Manna ovejas hambrientas de Dios y el agua viva a los que están muriendo de sed.
Para ser un amigo para todos los que están en necesidad y para interceder por aquellos que perdieron su camino.
Para restaurar los hijos del Señor a una relación correcta con Dios y
para llevar el mensaje de amor del Padre a toda la familia de Dios.